Por Gerardo Feliche Lione Pedra

 

El cielo es una de las cosas que mayor curiosidad genera en las personas, al punto de motivarlas a explorar sus confines con el objetivo de descubrir los misterios en el escondidos, y gracias al desarrollo de la tecnología moderna podemos decir que esta es una posibilidad, siendo frutos de sus avances los múltiples alunizajes, las misiones de exploración a Marte y la puesta en órbita de la Estación Espacial Internacional, por nombrar algunos. Sin embargo, la búsqueda del conocimiento no es el único motor de estos proyectos, sino que también encontramos aquellos en pro del futuro de la humanidad como lo es la posible colonización del planeta Marte, asimismo por otra parte están aquellos que son puramente comerciales, como el turismo espacial o la creación de constelaciones de satélites, siendo estas últimas las cuales analizaremos brevemente.

Estos planes prometen grandes beneficios para el futuro, no obstante, en los últimos meses diversas sociedades internacionales de astronomía se han pronunciado sobre el impacto que generan las constelaciones satelitales en las investigaciones de este rama de la ciencia, y en especial el proyecto Stralink de la empresa Space Exploration Technologies Corp., conocida como SpaceX, propiedad del magnate sudafricano Elon Musk.

Starlink es un proyecto en el cual se pretende ubicar en el espacio una constelación de aproximadamente 12.000 satélites no geoestacionarios,[1] los cuales estarán posicionados en la Órbita Terrestre Baja (LEO por sus siglas en ingles), con la finalidad de proporcionar un “servicio global de internet satelital de banda ancha de gran velocidad a lugares donde el acceso no ha sido confiable, costoso o completamente indisponible”;[2] este proyecto fue autorizado por la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos (FCC), contando hasta la fecha con al menos 700 satélites en órbita,[3] y que a pesar de no ser la única constelación de satélites existente, es la que probablemente contara con un mayor número de unidades en órbita.

Preocupados por las interferencias generadas a los telescopios usados para las observaciones del cielo nocturno, científicos de la Sociedad Astronómica Estadounidense (AAS),[4] la Unión Astronómica Internacional (UAI),[5] el Observatorio Europeo Austral (ESO),[6] la Real Sociedad Astronómica (RAS),[7] entre otras, se han pronunciado al respecto indicando que las constelaciones de satélites artificiales como Starlink, OneWeb, Amazon y Telesat, que tienen como objetivo proporcionar una cobertura comercial global de Internet a través de redes que constaran con miles de satélites en la órbita terrestre baja, serán visibles en una proporción significativa del cielo de la mayor parte del mundo cuando estén completamente desplegadas, exhibiendo llamaradas reflectantes frecuentes, donde la alineación transitoria con la luz solar producirá aumentos temporales de brillo, lo que representará un desafío para la astronomía terrestre al dificultarse en gran medida la obtención de imágenes del cielo sin las rayas asociadas con los satélites comprometiendo de esta forma las investigaciones astronómicas.[8]

En las declaraciones oficiales de la comunidad astronómica anteriormente señaladas, estas han destacado que se encuentran dispuestas a formar parte de los equipos de desarrollo y así poder encontrar una solución que no produzca interferencias en la recolección de imágenes; aunque no descartan la posibilidad de acudir a las respectivas instancias judiciales y así proteger al cielo nocturno, según lo expresado por Stefano Gallozzi, Marco Scardia y Michele Maris.[9]

Los astrónomos italianos argumentan que el cielo nocturno es un derecho humano reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y como tal debe preservarse  para que las generaciones futuras puedan disfrutar de un cielo puro y sin contaminación lumínica, pudiendo de esta forma apreciar los cuerpos celestes, además que el cielo y las estrellas desde tiempos antiguos ha sido transcendente para el desarrollo de la filosofía, la religión, el arte, la literatura, la ciencia y la tecnología, y de aplicarse los correctivos necesarios por los Estados en cuanto a la contaminación lumínica por el excesivo uso del alumbrado artificial en las zonas urbanizadas, la conservación de este podría ser beneficioso para el sector turístico.

Aunado en lo anterior, y según el Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, se establece que el espacio ultraterrestre, la Luna y demás cuerpos celestes se constituyen como objetos del dominio público de todos los Estados y de la humanidad, en consecuencia, toda actividad realizada en el espacio ultraterrestre debe ser autorizada por las entidades gubernamentales de los Estados parte del convenio, siendo estos responsables internacionalmente de las acciones realizadas por los organismos públicos o por las empresas privadas, motivo por el cual los astrónomos italianos indican que cualquier país que sufra un daño en su patrimonio cultural, como lo es el cielo nocturno, por el desarrollo de las constelaciones de satélites u otra actividad en el espacio, podría iniciar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia contra el Estado agraviante , por ejemplo, contra la FCC y en especial contra los Estados Unidos de América por aprobar proyectos como el Starlink de SpaceX.

Desde inicios del presente año la empresa de Musk ha tratado de mitigar los efectos dañinos de sus satélites en las observaciones astronómicas, a través del lanzamiento de un prototipo de satélite Starlink conocido como DarkSat, pero este no puede ser considerado como una victoria total,  aunque según los astrónomos esto es un avance para idear una solución definitiva.[10]

En conclusión, de no tornarse los correctivos necesarios sobre los satélites que forman las redes de constelaciones satelitales de forma inmediata, se podría detener el avance de uno de los campos más antiguos e importantes de la ciencia como lo es la astronomía, sin descartar además que, se estaría generando un gran daño en el cielo nocturno, legado de gran importancia para las futuras generaciones de nuestro planeta, por esto, todo esfuerzo en disminuir los efectos dañinos de estas nuevas tecnologías resultan positivos para las observaciones astronómicas y para la humanidad al disminuir la contaminación lumínica del cielo nocturno, preservando de esta forma nuestro patrimonio cultural.

 

[1] BRODKIN, JON: “FCC tells SpaceX it can deploy up to 11,943 broadband satellites”, Ars Technica, publicado el 15 de noviembre de 2018, https://arstechnica.com/information-technology/2018/11/spacex-gets-fcc-approval-for-7500-more-broadband-satellites/ (consultado el 5 de septiembre de 2020).

[2] https://www.starlink.com/, traducción libre

[3] RUS, CRISTIAN: “Starlink, ya con más de 700 satélites en órbita, presume de velocidades de descarga de 100 Mbps y ‘super baja latencia’”, Xataka, publicado el 3 de septiembre de 2020, https://www.xataka.com/espacio/starlink-700-satelites-orbita-presume-velocidades-descarga-100-mbps-super-baja-latencia (consultado el 5 de septiembre de 2020).

[4] Sociedad Astronómica estadounidense: AAS Issues Position Statement on Satellite Constellations, publicado el 10 de junio de 2019, https://aas.org/press/aas-issues-position-statement-satellite-constellations (consultado el 7 de septiembre de 2020)

[5] Unión Astronómica Internacional: Understanding the impact of satellite constellations on astronomy, https://www.iau.org/news/pressreleases/detail/iau2001/ (consultado el 7 de septiembre de 2020).

[6] Observatorio Europeo Austral: Constelaciones de satélites y su impacto en la astronomía, publicado el 19 de Diciembre de 2019, https://www.eso.org/public/spain/announcements/ann19062/?lang (consultado el 7 de septiembre de 2020).

[7] Real Sociedad Astronómica: RAS statement on Starlink satellite constellation, publicado el 7 de junio 2019, https://ras.ac.uk/news-and-press/news/ras-statement-starlink-satellite-constellation (consultado el 7 de septiembre de 2020).

[8] Idem.

[9] Gallozzi S., Maris M.y Scardia M.: Concerns about ground based astronomical observations: A step to Safeguard the Astronomical Sky, Publicado el 4 de febrero de 2020, https://arxiv.org/pdf/2001.10952.pdf (consultado el 8 de septiembre de 2020)

[10] Zhang, Emily: “SpaceX’s Dark Satellites Are Still Too Bright for Astronomers”, Scientific American, publicado el 10 de septiembre de 2020, https://www.scientificamerican.com/article/spacexs-dark-satellites-are-still-too-bright-for-astronomers/ (consultado el 11 de septiembre de 2020)

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